El rescate de la tortuga Toti
En la tranquila laguna del bosque vivía Toti, una tortuga muy sabia y querida por todos. Aunque era lenta para caminar, Toti siempre estaba dispuesta a ayudar a cualquiera que necesitara consejo o simplemente una conversación amable. Un día, mientras paseaba cerca del agua, Toti se encontró atrapada en un profundo hoyo que alguien había cavado accidentalmente. Por más que intentaba salir, no lograba subir por las paredes resbaladizas.
Desesperada, Toti comenzó a llamar a sus amigos. El primero en escucharla fue Rolo, un conejo que pasaba por allí en busca de zanahorias. "¡Toti, te ayudaré!", exclamó Rolo. Intentó cavar con sus patas rápidas, pero el hoyo era demasiado profundo para sus pequeños esfuerzos.
Justo en ese momento, llegó Rina, una cierva de largas patas. "¡No te preocupes, Toti!", dijo con voz tranquilizadora. "Intentaré usar mis cuernos para ayudarte a salir". Pero cuando Rina intentó inclinarse, el hoyo resultó ser demasiado estrecho y no pudo alcanzar a Toti.
El tiempo pasaba, y cada vez más animales del bosque se reunían alrededor del hoyo, tratando de pensar en una manera de rescatar a su amiga tortuga. Llegaron Caco, el castor, con sus dientes afilados para morder las raíces que rodeaban el hoyo; Pipo, el búho, quien volaba sobre la escena intentando guiar a todos con sus agudos ojos; y hasta Filomena, la zorra, que intentó usar su astucia para encontrar una solución.
Finalmente, apareció Bruna, una elefanta que había viajado desde el bosque cercano. "¿Qué sucede aquí?", preguntó al ver la multitud. Los animales le explicaron el problema, y Bruna, con su gran tamaño y fuerza, dijo: "Creo que yo podría ayudar". Con mucho cuidado, Bruna introdujo su trompa en el hoyo, y con suavidad pero con firmeza, envolvió a Toti y la levantó lentamente hacia la superficie.
Los animales estallaron en aplausos y gritos de alegría cuando Toti finalmente estuvo a salvo. La tortuga, emocionada y agradecida, les dio las gracias a todos. "Nunca olvidaré cómo se unieron para ayudarme", dijo. "Este rescate me ha demostrado que, aunque seamos diferentes, cuando trabajamos juntos, podemos superar cualquier obstáculo".
Esa noche, los animales celebraron con una gran fiesta junto a la laguna. Todos compartieron sus alimentos favoritos y bailaron bajo las estrellas, felices de tenerse los unos a los otros. Y desde ese día, cada vez que uno de ellos tenía un problema, recordaban cómo habían salvado a Toti, sabiendo que, unidos, eran invencibles.